“Bueno, o sea, este… básicamente, yo… pues iba a decir algo súper interesante, pero… ehhh, como que… ya se me fue la onda.” ¿Te suena familiar? Si hablas así, tienes lo que llamo el “síndrome de la voz divagante”. Y sí, es real. Es cuando las muletillas invaden tus conversaciones y haces que los demás se desconecten por completo.
¿Qué es el síndrome de la voz divagante?
Todos conocemos a alguien que habla mucho, pero en realidad no dice nada. Sus frases son redundantes, sus ideas confusas y sus palabras parecen un enredo interminable:
“Entonces, básicamente… o sea, la idea es como que… este… ¿me explico? Pues eso.”
“Ajá, sí, como que… este… literal, tú sabes… ¿no?”
El resultado: aburren, confunden y pierden la atención de su audiencia. Pero tranquilo, ¡esto tiene solución!
3 hacks para curarte del síndrome de la voz divagante
Haz pausas intencionales
Cada vez que sientas que vas a decir “este” o “o sea”, cállate. Haz una pausa breve. El silencio no solo te hace sonar más seguro, sino que también capta la atención de tu audiencia. Un pequeño silencio puede ser más poderoso que cualquier muletilla.
Piensa antes de hablar
Puede sonar obvio, pero organizar tus ideas antes de abrir la boca es clave. Hablar sin pensar es como mandar un audio de 5 minutos lleno de ruido y sin editar: cansa y desconecta. Habla con intención y ve al punto.
Practica con grabaciones
Grábate hablando y escucha tus muletillas. Reconócelas y reemplázalas por pausas o frases claras. Sí, al principio puede incomodar escucharte, pero te aseguro que funciona. La práctica constante es la clave.
¿Cuáles son tus muletillas al hablar?
Si te atreves, déjame en los comentarios las tres muletillas que más utilizas, y te ayudaré a eliminarlas. Transformar tu manera de hablar es posible, y lograrlo te hará sonar más claro, más seguro y más interesante.
Porque recuerda:
“El físico atrae, pero la voz enamora.”
Soy Uriel Batres, locutor profesional, y estoy aquí para ayudarte a dominar tu voz y conquistar con tus palabras en cualquier situación.